Zuckerberg ya había mostrado una versión de este avatar hiperrealista en octubre del año pasado, cuando arreciaban las críticas sobre el futuro del metaverso (una discusión que está lejos de estar saldada). La versión que se ve ahora en video es aún más sofisticada, y hace recordar a la tecnología de Google de telepresencia, Project Starline. Cada una tiene lo suyo: Starline requiere una pantalla, cámaras y una habitación particular, pero las personas se ven en 3D, con su rostro, su torso y sus manos digitalizado en el momento; la herramienta que usaron Zuckerberg y Fridman no requiere (una vez que se hizo la digitalización original para generar el modelo 3D de la cara) más que un par de anteojos Quest Pro para cada participante. Junto con la digitalización del rostro, explica Zuckerberg en su charla con Fridman, también digitalizaron algunas de sus expresiones, generaron un modelo digital de esas caras y sus expresiones posibles (como se mueve la boca, qué pasa con la frente cuando se arquean las cejas, las arrugas o manchas en la piel, por ejemplo). Los anteojos Quest Pro tienen cámaras internas que miran las microexpresiones del usuario, y un software traslada, en tiempo real, esos movimientos al avatar digital, de tal manera que se mueve como si una cámara estuviera enfocando a la cara de quien habla.