Entrevistas con expertos

La Dra. Vanessa Hill, científica del sueño, explica cómo la tecnología puede ayudar a los usuarios a optimizar su sueño

Dado que pasamos una tercera parte de nuestras vidas durmiendo, es seguro decir que esta actividad es crucial para una vida saludable. Despertarse después de una mala noche puede hacerte retroceder, afectando la concentración, el estado de ánimo y la salud física a largo plazo. A medida que más personas buscan establecer horarios de sueño saludables, la tecnología desempeña un papel cada vez más importante para ayudar a las personas a comprender y ajustar sus hábitos de sueño.

  • 22/11/2023 • 12:39

Presentación: 

Me apasiona el sueño y quiero que la gente se sienta mejor con su salud.

Mi investigación se centra en el período previo al sueño, las rutinas nocturnas y los hábitos saludables para favorecer un sueño reparador. Estoy particularmente interesada en la relación entre el sueño y la tecnología, así como en las estrategias para reducir la exposición a la luz azul antes de acostarse.

Además de mi investigación, he creado “Sleeping With Friends”, un reality show en YouTube Originals sobre cómo mejorar la calidad del sueño. Además, soy embajadora de la Asociación para el Avance de la Ciencia (AAAS) para Mujeres en STEM.

Ella opina que el sueño es un factor enorme que afecta nuestra salud y bienestar, además de que lo podemos controlar. La duración y la calidad del sueño afectan todo, desde nuestro estado de ánimo diario, nuestra productividad y memoria hasta la recuperación muscular después del entrenamiento.

Dormir bien es crucial para nuestra salud integral y está entrelazado con otros factores como la actividad física. Lograr un equilibrio saludable entre estos diferentes factores (el ejercicio y el sueño, por ejemplo) es necesario para nuestra salud física y mental.

Los comportamientos que despiertan el cerebro antes de acostarse, usar el teléfono para navegar por las redes sociales o trabajar, pueden alargar el tiempo necesario para dormirse y contribuir a más despertares nocturnos. Además, desarrollar hábitos diurnos saludables, como la actividad física o la meditación, puede conducir a un sueño más reparador y con menos alteraciones.

 

Las variables clave que medimos son la latencia, la calidad, la duración del sueño, los despertares nocturnos y la fatiga diurna. En conjunto, estas métricas generalmente se contabilizan y utilizan para comunicar la calidad general del sueño.